sábado, 26 de octubre de 2013
Se araña el alma.Como cuando con tus bonitas uñas largas arañas la pared del ascensor y el viento comienza a chirriar. Como cuando frotas un tenedor o un cuchillo con un plato hondo y el sonido que produce hace vibrar hasta el último de tus dientes.Como cuando estás contando algo y de repente te muerdes la lengua y tienes que estar unos minutos con un dolor acojonante y la otra persona desternillándose de risa.Como cuando peleas hasta la muerte y te mueres.Algo así.Algo así es lo que pasa con el alma cuando nos hacen daño.Y claro,como está tan adentro,como el cuerpo físico no nos permite verla,no podemos colocarle tiritas.Y la llevamos a la calle en carne viva.Porque una no puede dejar el alma en casa y salir sin piel.No puede.Eso es una utopía.La gente sale con el corazón tiritando y el alma desnuda,en carne viva,sangrando y envolviendo de dolor cada extremo del cuerpo.Y luego en casa,al llegar,la gente se pone paños calientes en el pecho y bebe mucha agua,para purificarse,para limpiarse por dentro.Una tonteria.Como si el simple hecho de que introduzcas algo sano en tu cuerpo fuera a eliminar lo insano,lo destrozado,lo que ya no queremos.Además.Todo el mundo quiere tener alma. Aunque esté destrozada.Nadie se atreve a arrancársela. Porque entonces no vives.Porque entonces no sientes. Porque entonces no entiendes.Porque entonces no dueles. Y a nosotros,masoquistas del siglo XXI,nos encanta la sensación de pasear por la calle con el alma partida en dos. Los humanos,ahí donde nos ven,estamos completamente enamorados del dolor.
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